Sabemos que es un momento duro. Llevamos más de dos meses en pantalones cortos, vestidos ligeritos y chanclas, pero se acerca el momento de guardar la ropa de verano y comenzar a sacar la de otoño.
Y para que el próximo verano te la encuentres en perfecto estado y puedas volver a ponerte esa camisa o esa falda que tanto te gusta, te damos unos sencillos tips que te harán más fácil la tarea de lavar y guardar tus prendas estivales.
¡Ánimo con la vuelta a la rutina!
Lo primero que debemos hacer es seleccionar aquellas prendas que no vamos a volver a utilizar. Para ello, tendremos en cuenta el tiempo de vida que tienen, el estado en el que se encuentran o simplemente el uso que les hemos dado en las últimas temporadas.
Seamos realistas, si no nos las hemos puesto en mucho tiempo, podemos guardarlas ‘por si acaso’, pero lo más seguro es que solo vayan a ocupar espacio.
Antes de guardar nuestras prendas veraniegas es importante lavarlas y esperar a que se sequen del todo. De esta manera, eliminaremos manchas y olores, y las guardaremos en perfecto estado para que luego, cuando nos las vayamos a poner, estén limpias y con buen olor. En Ecolaundry te ayudamos con esta tarea garantizando su máxima desinfección y limpieza gracias a nuestras máquinas de última generación.
Asimismo, también disponemos de secadoras en las que puedes seleccionar la temperatura del secado para adaptarlo y respetar las prendas y sus tejidos.
Recuerda revisar las etiquetas de tu ropa antes de utilizarlas.
Las bolsas de plástico no son recomendables a la hora de almacenar nuestra ropa de otras temporadas, ya que en ellas, las prendas no transpiran y esto puede favorecer la aparición de moho.
Tienes en el mercado otras muchas alternativas mejores como las cajas de cartón, las bolsas de tela o las bolsas al vacío.
Al guardar nuestras prendas veraniegas, no las aprietes demasiado, puesto que esto hará que no respiren y se estropeen más fácilmente.
Cuando vayas a guardar los bikinis y bañadores de esta temporada, ten en cuenta que lo más recomendable es poner a remojo las prendas de baño con una pequeña cantidad de detergente, enjuagarlas y por último, dejarlas secar al aire. De esta manera, el verano que viene estarán en perfecto estado para volver a utilizarlas.
No podemos olvidarnos de este paso, puesto que de nada sirve guardar la ropa limpia si el interior de los armarios no lo está. Quita el polvo con un paño de microfibra y luego lava las superficies.
Es importante mantener un criterio a la hora de organizar el armario, puesto que nos ayudará a sacarle el máximo provecho y que resulte más sencillo encontrar las prendas cuando vayamos a volver a utilizarlas.
Para ello, puedes utilizar cajas, bolsas de tela, bolsas al vacío o fundas de algodón.