Pierde el miedo a lavar ropa de esquí: es una creencia popular que afecta a tus prendas de invierno. Al contrario, es necesario tenerla siempre limpia para que nos proteja correctamente. Las prendas diseñadas para los deportes de nieve, la lluvia y el frío requieren tratamientos especiales para mantener sus prestaciones durante mucho tiempo. Descubre los trucos de Ecolaundry para cuidar bien tu ropa de esquí.
Como bien sabrás, el mercado de ropa de esquí destaca por ofrecer prendas con incontables características, funciones técnicas, multitud de tejidos, membranas, tratamientos… ¿Cómo acertar a la hora de cuidar este tipo de equipo?
Los fabricantes tienen mucho cuidado al indicar todas las propiedades de sus productos en las etiquetas para que se usen correctamente. Por eso, el primer consejo de Ecolaundry siempre será el mismo. A la hora de lavar ropa de esquí, lee detenidamente las instrucciones de lavado de cada prenda.
No obstante, existen ciertos pasos básicos para que no te encuentres ninguna sorpresa al lavar ropa de esquí. Para empezar, la ropa de esquí debe estar limpia para realizar correctamente su labor. Se trata de prendas expuestas a condiciones hostiles, tanto ambientales como de uso, por lo que no funcionan al 100% si no están bien cuidadas.
Además, recuerda que estás practicando una actividad física intermitente y en entornos húmedos: a la larga, el sudor y la humedad pueden dejar un desagradable olor en la ropa de esquí. No importa de qué supermarca sea nuestra chaqueta para esquiar, si sus poros están tapados por suciedad o restos de sudor, no disfrutaremos de sus prestaciones y terminará acumulando humedad mientras nos deslizamos por las pistas.
A diferencia de lo que se piensa, por norma general el GORE-TEX® puede lavarse a temperaturas muy elevadas. No obstante, si se utiliza una menor temperatura de lavado es para evitar dañar las cremalleras, velcros y costuras.
Así es: el GORE-TEX® es una de las membranas predominantes en la ropa de esquí y, como ya comentamos en Ecolaundry, se trata de un tejido extremadamente resistente, pero con ciertas particularidades.
Antes de meter una chaqueta o un pantalón en la lavadora de tu centro Ecolaundry, te recomendamos que cierres la cremallera frontal, los bolsillos y las ventilaciones, y que aflojes y cierres todas las correas o tiras de velcro.
Recuerda, si la etiqueta de la prenda dice otra cosa, sigue siempre las indicaciones del fabricante al lavar ropa de esquí. Cada pieza es un mundo, y ha sido diseñada para un uso y unas condiciones de lavado específicas.
A continuación, aplica suavemente jabón con el dedo en las zonas más propensas a acumular suciedad: cuello, costuras, bajos, trasero del pantalón, cremalleras… Introduce la ropa de esquí en la lavadora junto a prendas que no estén excesivamente sucias. Lo ideal es seleccionar un programa para ropa deportiva, a 40 ºC y 1.200 rpm.
Una vez limpia, puedes dejar secar tu ropa de esquí al aire o utilizar la secadora. Aunque no lo creas, al realizar lo segundo, estarás cuidando mejor tu ropa técnica. Ten cuidado al leer las indicaciones de la etiqueta o el manual de la ropa de esquí, porque algunos tejidos pueden necesitar otro tipo de tratamiento.
Cuando ya esté seca, el último paso para terminar de lavar ropa de esquí es reactivar el tratamiento repelente al agua (DWR), una fina capa que recubre este tipo de prendas. Sin ir más lejos, el propio fabricante GORE-TEX ® aconseja utilizar un programa de secadora de 20 minutos, necesario para reactivar la repelencia al agua de nuestro equipamiento.
Recuerda, los centros Ecolaundry están totalmente equipados para que puedas lavar ropa de esquí con total seguridad. Simplemente debes leer atentamente las etiquetas de las prendas para no cometer ningún error irreversible, y disfrutar de nuestras lavadoras y secadoras de última generación. ¡Te esperamos!